La mitad de los radares destruidos
Para los "chalecos amarillos" se trata del costo de la ira contra el gobierno. Desde el 17 de noviembre, la mitad de las 3200 cámaras colocadas en autopistas y rutas nacionales de Francia han sido dañadas.
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Un acto de vandalismo contra los radares automáticos equivale a 15 mil euros de multa. La factura de reparación agregada al déficit del Estado es de millones de euros.
"Sean responsables", reclamó al movimiento de protesta la presidenta de la Liga contra la Violencia en Carretera, Chantal Perrichon.
La militante reconoce la existencia de problemas que han desatado la cólera social pero subraya que no será destruyendo a los radares que la situación se va a solucionar.
"Por supuesto que estamos obligados a remplazarlos. Lo pagaremos económicamente, pero sobre todo lo pagaremos con la sangre de los muertos que aumentarán en las rutas", advirtió Perrichon y recordó que estas nuevas tecnologías han salvado 40.000 vidas desde el año 2003.
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