Radiografía de una yijadista

Ya son numerosas las mujeres que parten para combatir con las fuerzas del grupo terrorista, auto llamado Estado Islámico. Son pocas las que vuelven arrepentidas de haber realizado una aventura que las marcará por toda la vida. El retrato que dibujan de las que se quedaron, suscita pavor.

®Flickr/CreativeCommons/Alamosbasement

Para tratar de entender lo que motiva a esas mujeres a tomar las armas en nombre de una religión e incluso a perder la vida con un cinturón explosivo alrededor del talle, conversamos con Juan Jesús Muñoz García, Dr. en Psicología Clínica, Legal y Forense.

RFI- ¿Cómo puede una mujer, usualmente joven, y a veces hasta madre de familia, emprender una aventura a la vez dramática y macabra?

JJMG- “Son múltiples los factores que determinan el comportamiento en las personas, sean hombres o mujeres. Las conductas agresivas hostiles hacia los demás se han atribuido a factores como enfermedades mentales, personalidad o incluso a actos de venganza que se utilizan para justificar conductas radicales (…). Sin embargo, hay muchos factores, y ninguno por sí solo explicaría la complejidad que encierra el porqué una persona, independientemente de un precepto religioso mal entendido, llega a una radicalización tal que haga posible esos actos tan violentos”.

RFI- Existe una tesis que explica la radicalización por el contexto en el que esas personas han vivido.

JJMG- “Quizás el problema radica en una base más sociológica que psicológica en términos de que estas personas tienen una lucha contra el occidentes versus sus valores y su cultura, se sienten excluidas de nuestra sociedad occidental. Esto último entre comillas. No logran integrarse. Integrarse tiene que ver con sentirse participe de las costumbres y creencias de otros, ser miembro de de una sociedad y contribuir con ella. No es así con estas personas que se sienten excluidas y perciben que el mundo occidental oprime a sus países de origen”.

RFI- ¿Cuál es el papel de los predicadores?

JJMG- “Evidentemente el ideólogo del fanatismo contribuye con un discurso que establece una dicotomía entre el occidente y el Islam, llegando a las personas que están en situación de vulnerabilidad personal, familiar o social. Son presas fáciles para radicalizarse, idear y perpetrar estos actos violentos. Ahí ya no hay un planteamiento que distinga entre géneros, ni al hecho de dejar huérfanos a niños. La persona creerá que está contribuyendo con una causa y aunque sea de forma errónea pensará que lo está haciendo por el bien de sus hijos. De fondo está el fanatismo, que al final es una actitud expresada en forma exagerada para defender sus ideas, una teoría y un estilo de vida. En este sentido, los dogmas pasan a ser el motivo de vida para personas fanáticas, en este caso una mujer fanática”.

RFI- Muchas de las que han vuelto describen a las mujeres que vieron en Siria como excesivamente crueles. ¿Pueden ser más crueles que los hombres?

JJMG – “Los Psicólogos definimos la crueldad como una respuesta emocional que implica la noción de placer por el dolor y el sufrimiento de los otros; también por una acción que necesariamente causa sufrimiento o dolor pero que tiene que ver más con una personalidad que disfruta con el dolor de los demás; es decir, una personalidad sádica. Por lo tanto es ya un concepto que implica un desajuste psicológico. Ahí es donde ya podemos hablar de diferencia de género. La psicología diferencial es la parte de la psicología científica que estudia las diferencias de género y ha hecho múltiples estudios que apuntan casi siempre en las mismas direcciones”.

“En agresividad tenemos que distinguir diferentes tipos: hay agresiones directas, físicas, verbales, indirectas, hay acciones reactivas cuando son una respuesta a algo y proactivas. Prácticamente, en todos los tipos de agresividad el varón tiene generalmente una agresividad mayor que la mujer. En la agresión indirecta no habría diferencias significativas aunque hay resultados contradictorios, pero en lo que se refiere a la agresión física directa, verbal, reactiva en respuesta a creerte que has sido agredido, o proactiva sin que haya nada que la mediatice, el varón, en la mayoría de los estudios, demuestra una consistencia superior en la expresión de este tipo de comportamiento que las mujeres”.

“La crueldad al final, puede implicar una violencia indirecta. Tiene que ver más con lo activo; “lo hago porque sí, soy agresivo porque sí”, incluso con lo reactivo. Y en cualquier caso no sería razonable intentar buscar una mayor crueldad en el género femenino con respecto al masculino”.

“Quiero enfatizar en lo que dije antes. La explicación no debe ser meramente psicológica sino que implica el fanatismo que responde a factores individuales y sociales. Pero ciñéndome a la pregunta, no podemos decir que hay mayor crueldad en las mujeres que en los hombres. Quizás nos llama más la atención”.

RFI- En Francia el gobierno ha implantado sistemas o terapias para lo que llaman “des radicalización”. ¿Es posible desprogramar algo que ya se ha programado como el radicalismo, ya sea islámico u otro?

JJMG- “Es una pregunta compleja y para la que, por lo menos actualmente, no tenemos resultados concluyentes en la literatura científica. Pero vamos a intentar dar una respuesta con la lógica que tenemos”.

“Al final el fanatismo implica que la persona, asume y proyecta unos patrones de comportamiento cognitivos (ideológicos o de pensamiento) con un fuerte arraigo en su estructura de personalidad”.

“En este sentido, si bien hay que favorecer todos los intentos de abordaje terapéutico de un comportamiento problemático como lo son estos comportamientos agresivos quizá hay una máxima a tener en cuenta y es que en la psicología clínica y de la personalidad defendemos la prevención”.

“La prevención tiene mucho que ver, en el sentido del fanatismo religioso, con integrar a estas personas. Integrar es algo muy complejo. Etimológicamente, integrar es constituir un todo, completar un todo para que alguien luego pase a formar parte del mismoo. Fíjese lo complicado que puede resultar esto para cualquier persona, si hablamos de la integración social”.

“Al final la integración social implica que diferentes grupos sociales, en este caso también de nacionalidad -aunque a veces ya no son extranjeros sino nacidos en el país en donde viven-, cultura, religión… se reúnan bajo un mismo objetivo y/o preceptos”.

“Podríamos preguntarnos si los Estados están promoviendo políticas y acciones para fomentar el desarrollo personal y social, la inserción ocupacional, la educación, de estos grupos. Favoreciendo el respeto de unos y otros, estimulando las diferencias entre los grupos pero promoviendo el respeto de las mismas y que al final se sientan formando parte de un todo”.

“Esto no consiste meramente en permitir que cada grupo exprese su cultura o potenciar que lo haga, implica que cada grupo respete las expresiones de los otros e incluso las vea sin ningún tipo de problema”.

“Fíjese lo que es tener una sociedad en la que muchas veces se emiten mensajes interesados en distintas direcciones. Hay intereses económicos, políticos y al final no se debate”.

“Entonces, ¿cómo sentirnos todas las personas iguales y hacer sentir a los demás iguales, pese a nuestras diferencias, si de esa manera no se está favoreciendo la integración?”.

RFI- Este domingo se cumplen quince años de los atentados de Nueva York. Los terroristas eran hombres. ¿Pueden las mujeres perpetrar atentados tan violentos como aquellos?

JJMG- “Claro que lo pueden cometer mujeres. El intento de atentado que se preparaba en los alrededores de la Catedral Notre Dame de Paris, evidentemente tiene características diferentes, pero no deja de ser también un acto atroz. Y por supuesto que las mujeres pueden estar implicadas en ese tipo de actos terroristas”.

“Es mucho más probable que sean varones por la propia estructura del llamado Estado islámico, pero las mujeres también pueden perpetrar actos así. Claro”.

 Imágen: Alamosbasement