27 muertos en el incendio de una discoteca en Bucarest
27 muertos y 162 heridos es el balance provisional del incendio en una discoteca de Bucarest la noche del viernes, en lo que ya se califica como uno de los accidentes más graves en las últimas décadas en Rumania
Primera modificación:
La cifra de muertos podría aumentar ya que al menos 25 de los heridos están en estado grave. Las autoridades ya han abierto una investigación para definir las causas del siniestro, que se produjo hacia las 23H00 locales (21H00 GMT) en la discoteca Colectiv, en el centro de Bucarest.
Pánico general
En la discoteca se encontraban cientos de jóvenes - entre 200 a 400 según diferentes testimonios - para asistir a un concierto de hard rock del grupo "Goodbye to Gravity", que promocionaba su nuevo disco en la víspera de Halloween.
Según testigos citados por medios de comunicación locales, se produjo una explosión durante un espectáculo pirotécnico. Se desencadenó entonces un violento incendio que provocó el pánico general entre la multitud.
Varias personas sufrieron heridas tras ser pisoteadas por la multitud que intentaba salir a toda prisa del club nocturno, mientras que otros sufrieron intoxicaciones de monóxido de carbono. El bajista y el cantante del grupo se cuentan entre los heridos.
El fuego se propagó “en un lapso de 30 segundos. La gente no lograba salir de la discoteca porque solo había una puerta de salida abierta y se produjo inmediatamente una estampida”, relató otro testigo. De acuerdo a varios medios, la segunda puerta de salida se encontraba cerrada en el momento del siniestro.
Tristeza
El presidente rumano Klaus Iohannis ha expresado su tristeza y su solidaridad con los familiares de las víctimas. El ministerio del Interior ha puesto a disposición de las familias varios números de teléfono para que puedan tener noticias de sus allegados. No obstante, las autoridades tienen dificultades para identificar a las víctimas, ya que la mayoría no llevaba documentos de identidad.
Este siniestro recuerda el ocurrido en una discoteca en el sur de Brasil en enero de 2013, donde murieron 242 personas. El incendio fue originado por un fuego artificial lanzado desde el escenario por un integrante de una banda musical que se presentaba en el lugar.
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