Por qué el cannabis provoca la pérdida de memoria

Numerosos estudios han demostrado que el consumo de cannabis puede provocar pérdidas de memoria. Una investigación del NeuroCentre Magendie en Burdeos ha logrado comprender por qué sucede esto. La respuesta se encuentra en unos pequeños órganos en las células llamadas mitocondrias.

El principio activo del cannabis, el THC, perturba a las mitocondrias, pequeños órganos en las células que tienen un rol en el proceso de la memoria. Creative Commons

El consumo de cannabis o marihuana provoca pérdidas de memoria a corto y largo plazo. Es lo que muchos estudios confirman desde hace algún tiempo, aunque no sé sabía bien el porqué. Una investigación llevada a cabo recientemente en un laboratorio francés en Burdeos arroja nuevas pistas sobre cómo el cannabis afecta a la memoria.

En Francia, investigadores del INSERM, (Instituto Nacional de la Salud y de la Investigación Médica) han logrado comprender mejor cómo el principio activo de la marihuana, el tetrahidrocannabinol, o THC por sus siglas, tiene un efecto en la memoria.

El rol de las mitocondrias de las células y la memoria

Román Serrat es uno de los investigadores que trabaja en Burdeos, en el Neurocentre Magendie, un centro consagrado a las neurociencias.

Serrat trabaja en el equipo dirigido por Giovanni Marsicano, y explica en resumen lo que investigaron: “En nuestro estudio hemos encontrado que el déficit de memoria que es causada por el THC, el principio activo del cannabis, tiene que ver con la alteración de las mitocondrias, que son las productoras de energía dentro de la célula. O sea, el cannabis está actuando sobre estas mitocondrias, sobre esta producción de energía y por ello causa los déficits de memoria”.

Estas investigaciones arrojan nueva luz sobre los medicamentos a base de cannabis que producen efectos secundarios indeseables como la pérdida de memoria y en un futuro cómo lograr paliar este efecto.

Entrevistados: Román Serrat, investigador en el laboratorio de Giovanni Marsicano, en el Neurocentre Magendie, en Burdeos (perteneciente al INSERM) y el doctor Pablo Irimia, de la Sociedad Española de Neurología (SEN).