Turquía: Erdogan reelegido con poderes reforzados
El jefe del Estado turco, Recep Tayyip Erdogan, fue reelegido en primera vuelta este domingo para un nuevo mandato con poderes reforzados, imponiéndose ante una oposición unida en los dobles comicios, presidenciales y legislativos, duramente disputados.
Primera modificación:
Por nuestro corresponsal en Estambul, Andrés Mourenza, y AFP,
Tras más de quince años en el gobierno, el presiente turco Erdogan ha demostrado una vez más que es un líder imbatible. En las elecciones presidenciales recibió el 52 % de los votos frente al 30 % de su principal rival, el socialdemócrata Ince, haciendo innecesaria una segunda vuelta.
El presidente turco ha felicitado al país por la “lección democrática” que ha supuesto la alta participación en las elecciones, de un 88 % del censo, y por haber derrotado a “los vándalos y las bandas de traidores”, a los golpistas y a los terroristas.
En un inicio la oposición se negaba a reconocer los resultados, pero finalmente el candidato socialdemócrata ha admitido la derrota, si bien se ha quejado de la “injusta campaña electoral”, en la que la mayor parte de los grandes medios ha informado casi exclusivamente sobre Erdogan y su partido, ignorando al resto de formaciones políticas y a las que se ha llegado en un clima de acoso a la disidencia.
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Eduard Soler Lecha (@solerlecha) 25 juin 2018
Valoración sobre las elecciones en #Turquía:
✅ Más poder para Erdogan
✅ Más influencia para el nacionalismo turco (MHP)
✅ Más frustración para la oposición
✅ El mundo asume que tendrá más Erdogan para mucho tiempo pic.twitter.com/AGWzNnzzju
Decretos-ley
La mala noticia para Erdogan es que, en el Parlamento, su partido ha perdido la mayoría absoluta y para redactar leyes deberá contar con sus aliados de la ultraderecha nacionalista. Sin embargo, podrá solventar este obstáculo gracias al nuevo sistema presidencialista que entra en vigor a partir de esos comicios y le permitirá emitir decretos-ley con mucha mayor facilidad.
Según el eterno mandatario, se trata de algo necesario para dotar a Turquía de un ejecutivo fuerte y estable, pero sus rivales políticos lo acusan de querer
monopolizar el poder, en virtud de una reforma constitucional que Erdogan, hizo aprobar por referéndum en abril de 2017.
Este texto prevé la trasferencia del grueso del poder ejecutivo al presidente, quien nombrará a los ministros. También designará a uno o varios vicepresidentes. El puesto de primer ministro, en la actualidad ocupado por Binali Yildirim, desaparecerá.
En virtud de esta reforma, el jefe del Estado elegirá directa o indirectamente a seis miembros del Alto Consejo de Jueces y Fiscales (HSYK), encargado de nombrar y destituir a los miembros del sistema judicial. El Parlamento elegirá a siete.
El Parlamento seguirá teniendo el poder de elaborar, enmendar o derogar las leyes. Supervisará las acciones del presidente, pero este último podrá promulgar decretos en los ámbitos de su competencia, aunque no sobre temas claramente regulados por la ley.
¿Presidente hasta 2028?
El presidente, que no podrá romper lazos con su partido, según una disposición de la reforma constitucional que entró en vigor al día siguiente del referéndum de 2017, será elegido este domingo para un mandato de cinco años renovable una vez.
Si fuera Erdogan, no se tendrá en cuenta su mandato actual, que ocupa desde que fue elegido para el cargo en agosto de 2014, tras haber pasado 12 años como primer ministro. Si resultara elegido, el mandatario de 64 años, podría seguir al frente del país, en teoría, hasta 2028.
Sus detractores acusan también al "rais", de 64 años, de llevar a cabo una deriva
autocrática, en particular desde la intentona golpista de julio de 2016, que estuvo seguida de una ola de represión sin merced contra opositores y periodistas y que tensó las relaciones entre Ankara y Occidente.
El dirigente pensaba tener todas las cartas en la mano al convocar estas elecciones durante el estado de emergencia y más de un año antes de la fecha prevista, pero la degradación de la situación económica y un auge inesperado de la oposición lo pillaron por sorpresa durante la campaña.
Viendo en estas elecciones la última oportunidad de socavar su búsqueda de un poder incontestable, partidos tan diferentes como el CHP (socialdemócrata), Iyi (nacionalista) y Saadet (islamista) formaron una alianza "anti-Erdogan" inédita para las elecciones legislativas, con el apoyo del HDP (prokurdo).
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