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Enfoque Internacional

Al-Asad: 'Todas las guerras son malas'

Primera modificación:

Según el presidente sirio, su régimen está en el camino hacia la victoria desde que arrebató la ciudad de Alepo a los rebeldes que habían hecho de la segunda ciudad de Siria su principal bastión. Sin embargo, el mandatario confirmó que su objetivo final era “la eliminación de todos los terroristas”, lo que significa que los combates no cesarán de inmediato.

Bashar al-Asad contesta a periodistas franceses en Damasco, Siria.
Bashar al-Asad contesta a periodistas franceses en Damasco, Siria. SANA/Handout via REUTERS
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Al-Asad reiteró su postura inflexible desde que estallaron las manifestaciones y luego la guerra civil en el país en 2011: son considerados terroristas todos los grupos combatientes en Siria, tanto Al Nosra, afiliada a Al Qaeda, como los rebeldes no yihadistas y hasta la ONG cascos blancos que salvan a las víctimas de los bombardeos.

En entrevista con tres medios franceses este fin de semana, Al-Asad rechazó además las acusaciones de crímenes de guerra y asumió su estrategia militar que causó la muerte de civiles: “Por supuesto, es muy doloroso para nosotros los sirios, ver una parte de nuestro país destruida y un baño de sangre, pero nunca he oído hablar de una buena guerra en la historia. Todas las guerras son malas. La pregunta es cómo liberar a los civiles de los terroristas. ¿Es que puedo dejarlos bajo su yugo, con las decapitaciones y ejecuciones? No. Hay que liberarlos y esto es el precio que hay que pagar”.

¿Está realmente el régimen de Al-Asad a punto de ganar la batalla? Según Alexandre del Valle, especialista en geopolítica de Medio Oriente, “Bashar al-Asad tiene la convicción de seguir la buena estrategia porque tiene argumentos: desde hace algunos meses ha acumulado éxitos militares en el terreno como en Alepo por ejemplo. Al-Asad tiene la sensación de ir hacia el restablecimiento de la soberanía de Siria, pero en realidad es poco probable que retome el control de la parte oriental y desértica de Siria. Sólo busca retomar el control de la parte occidental”.

En su entrevista a medios franceses, Al-Asad también opinó sobre la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos calificando su victoria como “positiva”. Según el presidente sirio, el éxito del futuro presidente estadounidense puede tener consecuencias benéficas en el conflicto sirio: “Si hay un acercamiento sincero, una iniciativa para mejorar las relaciones entre Estados Unidos y Rusia, eso tendrá un impacto en todos los problemas del mundo, incluido en Siria”, dijo.

Una opinión similar tiene Al-Asad en torno a François Fillon, el candidato de la derecha a la elección presidencial francesa de mayo que aboga por una realpolitik de reconciliación con Rusia y Siria. “Su posición sobre los terroristas, cuando dice que ésa será la prioridad y que no debe hacer injerencia en los asuntos de otros países, esa posición es bienvenida”, dijo el presidente sirio.

Según el especialista en geopolítica Alexandre del Valle, Francia debería reconsiderar su postura sobre el conflicto sirio, tal y como lo propone una parte de la derecha francesa: “Es lo que explico en mi libro: es necesario. Todos los políticos dicen en privado que no deberíamos haber cerrado la embajada de Francia en Siria. De hecho un país como España lo hizo mucho después que Francia, porque siempre es útil dialogar. Y la diplomacia no es sólo hablar con los amigos, sino, no sirve para nada. Del punto de la opinión pública, es moralmente inaceptable dialogar con Al-Asad. Pero a nivel diplomático y estratégico es fundamental. Para luchar contra el grupo Estado Islámico por ejemplo, saber quién va para allá y quien vuelve de sus filas. Ha sido muy estúpido de un punto de vista diplomático y en materia de seguridad cortar los lazos con él régimen sirio que nos podía dar información sobre nuestros yihadistas”.

El distanciamiento de Europa y Estados Unidos que declararon a Bashar al-Asad como un régimen non grata permitió a otras potencias tener más peso en el ajedrez político militar en Siria. Es el caso de Rusia, Irán y Turquía, tres países que conducirán los diálogos de paz en Kazajistán a fin de mes entre el gobierno sirio y los rebeldes.

Y cuando se le preguntó a Bashar Al-Asad si está dispuesto a negociar su salida, aclaró que su futuro como presidente lo garantiza la Constitución que sólo el pueblo sirio puede cambiar a través de un referéndum. Pero que aceptaría hablar del tema con la oposición. Ambas partes tienen previsto sentarse a dialogar a fin de mes en Kazajistán para poner fin a un conflicto de seis años que se internacionalizó y dejó a más de 300.000 muertos.
 

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