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EL PAPA EN TIERRA SANTA

Francisco comienza en Jordania su visita a la cuna del cristianismo

La defensa de los cristianos de Oriente, “ciudadanos de pleno derecho”, la búsqueda de una “solución pacífica” a la crisis siria y de una” solución justa” para el conflicto israelí-palestino. Ese ha sido el triple mensaje de Jorge Bergoglio en su visita a Amán, primera etapa de un viaje que le conducirá también a los territorios palestinos y a Israel.

REUTERS/Osservatore Romano
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“Este será un viaje estrictamente religioso”, había declarado el papa poco antes de salir hacia Jordania. Pero el secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, reconocía poco después que también será forzosamente “político”. Y es que en Cercano Oriente las palabras y los gestos toman rápidamente esa dimensión. No puede ser de otra manera en una región martirizada por los conflictos bélicos y los enfrentamientos inter-comunitarios.

La multitud, unas 20.000 personas, que hoy ha recibido al Santo Pontífice en el estadio de Amán ha sido el reflejo de ese atormentado presente. Refugiados sirios, iraquíes y palestinos han asistido a esa primera misa del periplo del papa. Ante ellos y en italiano, Francisco ha insistido en que “la diversidad” es positiva y que “la paz no se puede comprar, hay que buscarla pacientemente”.

“La diversidad de ideas y de personas no debería generar rechazo”, ha declarado el papa, instando a superar las diferencias de pensamiento político, lengua, cultura y religión. El mensaje tiene una resonancia especial para los cristianos de Oriente. Dos millones de ellos han dejado la región en los últimos diez años, según datos del Centro católico jordano.

Poco antes, Francisco había tenido una primera cita con el rey Abdalá, a quien el papa ha agradecido que Jordania haya acogido a una gran cantidad de refugiados de la vecina Siria y ha alabado su papel de “artífice de la paz”. Francisco, en ese mismo discurso en el palacio real, ha multiplicado sus mensajes hacia los musulmanes: “A la vez que constato con dolor que sigue habiendo fuertes tensiones en la región medio-oriental, aprovecho la ocasión para renovar mi profundo respeto y consideración a la comunidad musulmana…”, ha declarado el papa.

El diálogo inter-religioso es una de las obsesiones de Francisco. Lo subraya el hecho de que en este viaje le acompañan dos de sus interlocutores y amigos de Buenos Aires, el rabino Abraham Skorka y el responsable musulmán Omar Abboud.

 

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