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REVISTAS DE PRENSA

La reseña de la prensa francesa del 17 de mayo de 2017

El presidente estadounidense Donald Trump necesita niñera, según el tabloide francés Libération.
El presidente estadounidense Donald Trump necesita niñera, según el tabloide francés Libération. REUTERS/Kevin Lamarque
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Los diarios miran con una alta dosis de asombro la manera de Donald Trump de ejercer la presidencia. El Washington Post asegura que en su última reunión con el canciller ruso, el mandatario reveló información altamente confidencial sobre el conflicto sirio, que ni siquiera era propia. El New York Times dio por sentado que era información estratégica de Israel.

El tabloide Libération, como la mayoría de los diarios franceses, imprimió su edición de hoy antes de que se conociera el nuevo caso sobre el despido del jefe del FBI, que Trump habría presionado para que deje de investigar a su asesor de seguridad Michel Flynn por haber mentido sobre sus contactos con Moscú. Ciertamente molesto, Libération titula en tapa que "Estados Unidos busca niñera" para el presidente porque "está reavivando la opinión general sobre su incompetencia". El tabloide asegura que "periodistas, politólogos y opositores se refriegan los ojos" ante cada tuit o declaración: "Día a día descubrimos que está mal preparado, que es inculto, no profesional, mentiroso y encima vemos ahora que se hace el vivo, que revela información confidencial de otros países."

"Comportarse como un chico caprichoso que busca elogios permanentemente es problemático cuando el cuarto de niños es el Salón Oval de la Casa Blanca", continúa Libération en un análisis cada vez más psicológico pero con graves consecuencias puesto que "si lo que dice el Washington Post es exacto, los aliados sabrán que si le dan información a Estados Unidos, puede terminar en manos del enemigo". Y la conclusión es lapidaria: "Es tan fácil manipular un chico de cinco años como al jefe de la Casa Blanca".

Otro tema monopoliza las primeras planas francesas: la estrategia del nuevo presidente francés Emmanuel Macron para desestabilizar a la derecha. Macron, que ganó las elecciones sin tener un verdadero partido, necesita pasar de cero diputados en la Asamblea Nacional a una mayoría cercana a los 300 escaños en las elecciones legislativas del próximo mes. De ahí que esta semana nombrara primer ministro a Edouard Philippe, una figura que representa el ala moderada del partido conservador, con la ambición de atraer el máximo de votos de esa derecha.

Pero dice Le Figaro que la onda expansiva de "Macron hace tambalear a la derecha" porque las movidas estratégicas del presidente que se vende a sí mismo como "de derecha y de izquierda" están generando una fractura en el partido de Nicolas Sarkozy y François Fillon, el cual aspira a mantener sus propias candidaturas a diputados en todo el país y a conformar un bloque fuerte en el Parlamento para imponerle una línea al nuevo mandatario.

La tensión interna va en aumento puesto que hay un grupo que dice que hay que aceptar la mano tendida de Macron. En todo caso, la mayoría de los diarios anticipa que el triunfo de Macron y la designación de Edouard Philippe como primer ministro están empujando a la derecha clásica francesa derechito "hacia una enésima crisis".
 

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