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Cumbre del G-8

Dinero para la “primavera árabe” y advertencias a los dictadores

Los líderes del G-8 anuncian 40.000 millones de dólares de apoyo para acompañar la democratización de los países árabes. La declaración final del encuentro sostiene que Kadafi “debe irse”. En cuanto Siria, el presidente sirio Bachar el Asad tiene que liderar la transición o partir, coincidieron los presidentes de Francia y Estados Unidos.

Los presidentes de Estados Unidos, Rusia y Francia en la cumbre del G8.
Los presidentes de Estados Unidos, Rusia y Francia en la cumbre del G8. ©Reuters
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La cumbre de los líderes del G8 (que reúne a Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Alemania, Italia, Canadá, Japón y Rusia) culminó este viernes en el balneario normando de Deauville con un apoyo económico a la llamada “primavera árabe”. La ayuda tiene una cifra: 40.000 millones de dólares. Queda por definir las modalidades de los aportes y los destinatarios, teniendo en cuenta que Túnez y Egipto, donde sus dictadores fueron depuestos, pedían 25.000 millones de dólares para los próximos 5 años y hasta 12.000 millones de dólares respectivamente. 

Por lo pronto el anfitrión de la cumbre, el presidente francés Nicolas Sarkozy precisó que "20.000" millones vendrían de los bancos de desarrollo (con excepción del Fondo Monetario Internacional), más "una decena de miles de millones de dólares de compromisos bilaterales" y "una decena de miles de millones de los países del Golfo". Por otro lado, entre los 10.000 millones de dólares de compromisos bilaterales, la parte de Francia para Egipto y Túnez ascenderá a "1.000 millones de euros".

Las promesas de ayudas, condicionadas al proceso democrático de los países árabes, fue aparejada por una dura advertencia hacia el régimen sirio, que reprime sangrientamente las manifestaciones contra el presidente sirio Bachar el Asad. En este sentido, Sarkozy declaró estar en sintonía con su par Barack Obama, quien dijo que el líder sirio debía encabezar una transición o partir. "¿Habría podido decir esto? Sí", dijo el mandatario francés en la rueda de prensa final de la cumbre. "Tuvo razón de decirlo", añadió.

Otro que debe irse es el dirigente libio Muamar Kadafi. Hasta Rusia, que criticó en los últimos días la intervención militar de la OTAN, estuvo de acuerdo en firmar la declaración final que estipula que pide expresamente la salida del líder libio. "Kadafi y el gobierno libio han fracasado en el cumplimiento de sus responsabilidades para proteger a la población libia y han perdido toda legitimidad. No tiene futuro en una Libia libre y democrática. Debe irse", sostiene la declaración final de los jefes de Estado y de gobierno del G8.

Francia espera sin embargo que Moscú sirva de intermediaria para acelerar la salida de Kadafi."¿Por qué no aprovecharíamos su fuerza de convicción? Sí, necesitamos la ayuda del presidente Medvedev. Su ayuda será bienvenida", declaró Sarkozy. Esta iniciativa, que comparte el presidente estadounidense Barack Obama, no pace tener eco en el Reino Unido. "No hay mediación posible con Kadafi", sentenció el primer ministro británico David Cameron.

Clima: no a un acuerdo vinculante

Estados Unidos, Rusia, Japón y Canadá, cuatro de los ocho países más industrializados del mundo, rechazarán un acuerdo vinculante para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en la Conferencia sobre Clima de diciembre próximo en Sudáfrica, según diplomáticos europeos.

Rusia, Canadá y Japón ratificaron el Protocolo de Kioto -que vence en 2012- pero se niegan a respaldar "Kioto bis" si Estados Unidos y los grandes países emergentes, entre éstos China (que no estaba concernida por el Protocolo de Kioto) no se suman a la nueva reglamentación.

 
 

 

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