Macron enfrenta su primera huelga nacional con dispersión sindical
El poderoso sindicato CGT y organizaciones de izquierda llaman este martes a un paro que debería impactar en el transporte y la educación en protesta por la reforma laboral impulsada por el presidente francés.
Primera modificación:
Primera prueba en las calles para Emmanuel Macron. Los sindicatos franceses convocaron este marte a una jornada de huelga y manifestaciones para protestar por las reformas del código laboral impulsada por el mandatario.
La huelga debería sentirse en el transporte ferroviario, de la capital francesa, los vuelos de Aire France, así como en otras dependencias estatales y del sector de la educación.
"Se contabiliza la organización de más de 180 manifestaciones" y "superaremos los 4.000 llamados a huelga en todo el territorio", aseguró este domingo al diario Le Parisien el secretario general de la CGT, Philippe Martinez.
portavoz del gobierno, Christophe Castaner, acusó este domingo a la CGT de simplemente interpretar su papel y dijo que teme "desbordes" el martes.
Macron no tiene la intención de ceder sobre esta reforma que concretiza algunas de sus promesas de campaña. El viernes advirtió que tiene "una determinación absoluta y que no cederá nada, ni a los haraganes, ni a los cínicos, ni a las extremas".
La CGT, que ya prevé otra jornada de protesta para el 21 de septiembre, no contará con el apoyo de otros importantes sindicatos, como el sindicato Fuerza Obrera o la CFDT, que tampoco manifestará a pesar de la "profunda decepción", e incluso "el enojo" por los decretos.
Sin embargo, se sumarán organizaciones y figuras de izquierda, como el excandidato socialista en la elección presidencial, Benoit Hamon, y diputados de Francia Insumisa. El tribuno líder de esta formación de izquierda radical, Jean-Luc Mélenchon, que convocó a una manifestación el 23 de septiembre, también desfilará el martes.
Los sindicatos ven en esta reforma una rebaja de los derechos laborales. Pero ésta es sólo una de las reformas de Macron que inquietan en Francia. La reforma de las ayudas personales para los alquileres o un aumento de los impuestos a los jubilados, contribuyeron en las últimas semanas a que su popularidad caiga.
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