Las empresas francesas de alta tecnología han redoblado esfuerzos para intentar mantenerse y/o ganar más espacio en un mercado mundial cada vez más disputado. La región de Bretaña (localizada en el noroeste de Francia) ocupa el cuarto lugar en materia de tecnologías de la información y conexión numérica.
Las tecnologías de la información y comunicación (TIC) a diario ganan mayor espacio en nuestras vidas. La filial numérica sin duda es una suerte de puerta de entrada al presente y el futuro. Bretaña, y en particular el departamento del Finistère, desarrollan considerables esfuerzos para mantenerse en la carrera por la excelencia numérica.
Empresas, polos de competitividad, incubadoras de startups, centros de formación junto con el Consejo General del Finistère, vienen coordinando esfuerzos para dar a conocer sus innovaciones. French Tech es un nombre colectivo para designar a los actores del mundo de las startups francesas, una marca a la que solo se accede después de cubrir una serie de requisitos. El Finistère quiere obtener esa marca.
Viajamos allá para descubrir algunas de esas empresas, como Ijinus, fabricante de captores de nivel para silos, con importantes exportaciones a Estados Unidos, Canadá, México; la granja experimental de Trévarez, donde se desarrolla la alimentación y ordeño de vacas, de forma por demás sofisticada, o la estación de Guernévez, la "maternidad porcina del futuro". Otros sitios que destacan son Fablab, una fábrica laboratorio incubadora de muy variados proyectos, o Diateam, empresa especializada en la ciberseguridad.
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