Francia llama a consultas a su embajador en Italia

El ministerio de Relaciones Exteriores francés justificó su decisión en razón de una serie de 'declaraciones desmedidas', de 'ataques sin fundamento' y 'sin precedentes' de dirigentes italianos desde 'el final de la guerra'.

Los vice-Primeros ministros italianos Luigi Di Maio (izquierda) y Matteo Salvini (derecha), Roma, 1° de junio de 2018. REUTERS/Tony Gentile

"Francia ha sido, desde hace varios meses, objeto de acusaciones reiteradas, de ataques sin fundamento, de declaraciones desmedidas que cada uno conoce y puede tener en mente", declaró la portavoz del ministerio, Agnès von der Mühll, en un comunicado.

"Esto no tiene precedentes, desde el final de la guerra (...) Las últimas injerencias constituyen una provocación adicional e inaceptable", agregó.

El encuentro el martes de Luigi Di Maio, viceprimer ministro italiano y jefe del Movimiento 5 Estrellas (M5E), con miembros de los "chalecos amarillos", movilizados desde hace varias semanas contra el presidente Emmanuel Macron, fue la gota que colmó el vaso.

Di Maio anunció el martes en las redes sociales que se reunió con miembros de este colectivo antigobierno. "El viento del cambio cruzó los Alpes", concluyó el italiano tras la cita.

Este encuentro tuvo lugar tras una serie de críticas de Di Maio y del ministro del Interior y líder de la extrema derecha italiana, Matteo Salvini, contra el ejecutivo francés.

Salvini dijo recientemente que espera que el pueblo francés se libere muy pronto de Macron, al que tachó de "pésimo presidente", en declaraciones de una violencia inédita entre dirigentes de países fundadores de la UE.

"Tener desacuerdos es una cosa, instrumentalizar la relación con fines electorales es otra", añadió la vocera.

Matteo Salvini intenta organizar un frente europeo de extrema derecha contra los proeuropeos, entre los cuales figura Macron, en vista de las elecciones europeas del 26 de mayo.

"La campaña para las elecciones europeas no puede justificar una falta de respeto", dijo Agnès von der Mühll.

"Todos estos actos crean una grave situación que pone en tela de juicio las intenciones del gobierno italiano respecto a su relación con Francia", apostilló.