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Holanda,la antesala a Francia para contener al populismo europeo

El extravagante Geert Wilders es el primero en someterse el miércoles al juicio de las urnas antes de que lo haga Marine Le Pen en abril.  Animados por el Brexit y la victoria de Donald Trump, los partidos de extrema derecha han acabado imponiendo en la agenda los discursos antinmigración que amenazan el proyecto común. El primer ministro holandés, Marc Rutte, tendría todo a su favor para repetir mandato. 

Wilders y Le Pen en Coblenza el pasado mes de enero
Wilders y Le Pen en Coblenza el pasado mes de enero REUTERS/Wolfgang Rattay
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Es uno de los países con más libertades individuales del mundo, pegado al avance tecnológico, a la modernidad, al hecho de haberse creado a sí mismo y a la tolerancia como parte de su ADN. Pero en las elecciones de este próximo miércoles, Holanda se encuentra en una encrucijada que puede extrapolarse a un contexto internacional en el que el avance de los populismos nacionalistas están marcando el compás de la política internacional y mordiendo al electorado de los partidos tradicionales.

El primer ministro holandés y candidato a la reelección, Mark Rutte, ha pedido a los electores que hagan que Holanda sea el primer país en "detener el populismo, el efecto dominó". De momento, los últimos sondeos le otorgan una victoria sobre su rival de la ultraderecha antiislam Geert Wilders, que, aunque no cuente con socios para articular ningún tipo de mayoría parlamentaria que le permitiese gobernar, sí conseguirá un número récord de escaños para su formación, el Partido de la Libertad, en las elecciones legislativas de este miércoles.

Estos comicios, marcados por los temas de la immigración y la identidad, están considerados un barómetro del avance de movimientos políticos como el de Wilders en Europa y, en cierta manera, la antesala del desafío que supone Marine Le Pen en las elecciones francesas dentro de 40 días, teniendo en cuenta lo que ha supuesto para la escena internacional la consagración de fenómenos como el Brexit o la llegada al poder de Donald Trump.

Y todo ello en un país que ha podido capear la crisis económica sin menos sufrimiento que la mayoría de socios europeos. La Comisión Europea prevé que la economía holandesa crecerá de forma constante en torno al 2% este año, superando a la UE en su conjunto.

El partido del primer ministro Rutte lidera los sondeos (VVD) con un 17% del voto
El partido del primer ministro Rutte lidera los sondeos (VVD) con un 17% del voto Peilingwijzer Poll

El programa electoral de Wilders apenas ocupa una hoja de cuartilla con un idea base repetida hasta la saciedad: Europa ha sido invadida por un islam radical que quiere cambiar las costumbres y los valores locales, y ante ello, hay que plantar cara al inmovilismo político. Para combatir este lema que llevó a Wilders a liderar muchos sondeos hasta hace unas pocas semanas, el primer ministro, el liberal Marc Rutte, decidió plantar cara asumiendo que "Holanda debe seguir siendo Holanda". El útimo episodio plantando cara a Turquía tras una crisis diplomática que empezó cuando Holanda prohibió la participación en su territoio de ministros turcos en mítines a favor del presidente Erdogan, le ha servido para mejorar en popularidad. 

 

Más allá de Wilders 

De todos modos, ninguno de los dos podrá gobernar sin el apoyo de otras fuerzas y nadie con peso real parece dispuesto a querer a Geert Wilders de socio. Los analistas prevén un Gobierno de tres o cuatro partidos, de los 28 que en total se presentan. Dada esta fragmentación del arco parlamentario, lograr más de un 10% de los sufragios convierte a cualquier formación en un gran partido en Holanda. 

Uno de los ganadores de la cita de este miércoles será, sin duda, los Verdes de Jesse Klaver, al que denomoinan el "Justin Trudeau holandés" por su parecido con el primer ministro canadiense. Es el político de moda en el país y puede conseguir que la formación ecologista consiga unos muy buenos resultados. Tiene carisma, es joven y su idea es impedir la victoria de Wilders al frente de un movimiento que ilusione de nuevo a los ciudadanos bajo el lema de la igualdad social. 

El otro nombre que hay que seguir de cerca en esta cita electoral es el de Alexander Pechtold, líder de Democrats 66,  el hombre que según las encuestas podría atenuar el inclinación hacia la derecha del Parlamento. Los liberales progresistas están en plena progresión en los sondeos. Son europeístas y proinmigración.

Con todo, se espera un largo proceso de negociaciones para formar gobierno. Lo normal son tres meses, y en el pasado, las alianzas más complejas han tardado siete meses en formarse.

Mientras que eso ocurre, el Gobierno actual se mantiene en el poder, aunque no podrá introducir fácilmente nuevas políticas en el Parlamento.

 

Ingenio y creatividad, pese a todo

Los partidos holandeses se esfuerzan en ganar votos en esta recta final para las urnas con ideas tan dispares como crear una aplicación para decir a los diputados qué votar, legalizar las drogas y cerrar las tiendas los domingos para que la gente vaya a misa.
Veintiocho partidos, el mayor número desde la Segunda Guerra Mundial, se disputarán los 150 escaños del Parlamento de los Países Bajos. El más reciente de ellos, Artikel 1, fundado a finales de 2016 por la ex presentadora de televisión Sylvana Simons para luchar contra el racismo, ha propuesto una de las ideas más controvertidas de la campaña: prohibir las representaciones del personaje folclórico Zwarte Piet (Pedro el negro) en los espacios públicos. Decenas de personas se disfrazan cada año de este personaje, surgido en la década de los años 1850, para repartir caramelos a los niños durante el tradicional desfile de San Nicolás en diciembre. Pero, para sus opositores, el personaje que luce un peinado afro, una piel negra, pendientes brillantes y un traje medieval de colores chillones evoca la época en que los holandeses explotaban a los esclavos.

Por su parte, el partido StemNL (Vote NL) propone que todos los ciudadanos den su opinión sobre proyectos de ley en la Cámara Baja mediante una aplicación para dispositivos móviles. Su idea es que los ciudadanos reciban una alerta cada vez que los diputados estén a punto de votar una ley y que puedan ejercer un "voto popular" sobre ella a través de la aplicación.

En el otro extremo, el partido de los No Votantes (Niet Stemmers), sin programa político, afirma que no tiene intención "de votar a favor de nada" en la Cámara Baja.

El Partido Libertario desea legalizar la producción, el comercio y la posesión de todas las drogas. Esta formación, fundada en 1993, también pretende retirar a Holanda de la Unión Europea, la OTAN y la ONU, que, según sus palabras, sólo existen "para ayudar a los políticos a continuar sus carreras".

 

(Con AFP, Reuters, Peilingwijzer barómetro)

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