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China y Estados Unidos

China pide a Estados Unidos evitar una estrategia "perdedora"

Pekín anunció que impondrá impuestos hasta por 50 000 millones de dólares a mercancías de Estados Unidos, en respuesta a la decisión de Washington de fijar nuevas tarifas de 25% sobre 50 000 millones de dólares de importaciones chinas.

Banderas de Estados Unidos y China decoran el encuentro entre el secretario de Agricultura Sonny Perdue y el ministro chino de Agricultura Han Chanfu, en el ministerio chino de Agricultura en Pekí, 30 de junio 2017
Banderas de Estados Unidos y China decoran el encuentro entre el secretario de Agricultura Sonny Perdue y el ministro chino de Agricultura Han Chanfu, en el ministerio chino de Agricultura en Pekí, 30 de junio 2017 REUTERS/Jason Lee
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"No hay guerra comercial" dijo el presidente Donald Trump después que la Casa Blanca diera a conocer su decisión de imponer nuevos derechos de aduana de 25% a 659 producto importados de China, de un valor de 50 000 millones de dólares, "que contengan tecnologías muy importantes en el plano industrial", según el mandatario estadounidense, reanimando el temor de una guerra comercial entre las dos principales economías del mundo. La respuesta de China no se ha hecho esperar. Pekín anunció más tarde su decisión de imponer aranceles contra 545 productos estadounidenses, valorados en 34 000 millones de dólares, a partir del 6 de julio. El número de bienes así como el monto del importe podrán aumentar, precisaron las autoridades chinas.

Trump ha hecho una campaña permanente contra China, México, la Unión Europea o cualquier otro país con el que Estados Unidos tiene déficit comercial. Partidario de un proteccionismo miope, el presidente estima que el comercio entre su país y el resto del mundo "es muy desigual". En el caso de China el déficit comercial alcanzó más de 375 000 millones de dólares el año pasado. Lo que Trump no quiere reconocer es que el aumento de importaciones de mercancías chinas a Estados Unidos obedece al incremento constante del consumo de la poblaci2n estadounidense, sin el que el vigoroso crecimiento económico del país en los pasados 9 años sería incomprensible.

Antes de conocerse la decisión estadounidense el canciller chino Wang Yi invitó a Washington a evitar una estrategia "perdedora" en las relaciones comerciales bilaterales. Pero Trump parece hacer oídos sordos, al precisar que su administración será más severa si Pekín tomaba represalias. En víspera de las elecciones legislativas parciales de noviembre próximo, Trump quiere asegurarse el voto de su electorado y demostrar que sabe poner en práctica sus amenazas. Pero al echar lumbre sobre el fuego del comercio se expone a que el dragón chino muestre las garras, sea en el tema geopolítico de las relaciones con Corea del Norte de la que es principal aliado, sea en el plano estrictamente comercial. Las declaraciones del ministro de Comercio de China son una advertencia clara a Washington. "todos los resultados acordados previamente en negociaciones comerciales ya no son válidos", afirmó, abriendo la posibilidad de que la guerra comercial tan temida tome forma.

Washington decidió que sobre los 50 mil millones de dólares en productos, 34 000 millones serán gravados a partir del próximo 6 de julio. Un segundo lote por valor de 16 mil millones de dólares de importaciones chinas "será sometido a un examen adicional", dijo el representante de comercio estadounidense, Robert Lighthizer.

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