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Tras un intento infructuso, la Unión Europea y los cuatro países del Mercosur estarían muy cerca de concluir un acuerdo de libre comercio. Pero los negociadores se topan con las resistencia de Francia e Irlanda que buscan proteger sus sectores agroindustriales.

El vice presidente de la Comisión Europea Jyrki Katainen con los ministros del Mercosur en Brasilia el 10 de noviembre de 2017.
El vice presidente de la Comisión Europea Jyrki Katainen con los ministros del Mercosur en Brasilia el 10 de noviembre de 2017. REUTERS/Adriano Machado
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En un contexto de crisis del multilateralismo y de creciente cuestionamiento de los acuerdos de libre comercio, negociar nuevo pactos comerciales parece cada vez más difícil. Pese a ello, los 28 países de la Unión Europea y las cuatro naciones del Mercosur (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay) están a punto de firmar un acuerdo comercial de apertura de mercados, dijo el vicepresidente de la Comisión Europea Jyrki Katainen en el marco del más reciente round de negociaciones que concluyó con optimismo en Brasilia el 10 de noviembre pasado.

La próxima ronda está prevista a finales de noviembre en Bruselas y ambas partes esperan la conclusión del acuerdo antes de que termine el año.

Sin embargo las cuotas de exportación de carne bovina y etanol del Mercosur hacia la Unión Europea han frenado la negociación. La Unión Europea quiere limitar a 70.000 toneladas la importación de carne bovina y a 600.000 toneladas el etanol, una oferta que los países de Suramérica consideran como baja. En cambio, el Mercosur propone suprimir totalmente las barreras arancelarias a varios productos europeos de sectores claves como los cosméticos, el sector automóvil o químico; una oferta “mucho más generosa que la de los Europeos”, comentan varios analistas.

La prudencia de Europa se debe a que países como Francia o Irlanda intentan proteger sus sectores bovinos y agrícolas de las importaciones suramericanas.

En resumen, “los dos bloques quieren abrir (sus mercados), pero no es un proceso lineal. Los sectores agrícolas presionan en Europa y los sectores manufactureros presionan en América latina. Hay que buscar un periodo de tiempo muy largo para que los países se adapten”, recomienda Mario Cimoli, economista de la Comisión económica para América latina y el Caribe, CEPAL.

“El problema es que si esta vez no sale este acuerdo, va a ser difícil que salga en el futuro. Espero que las dos regiones tengan la capacidad de que mejor el acuerdo”, advirtió Cimoli, al micrófono de RFI. En 1999, la Unión Europea y el Mercosur entablaron negociaciones que fracasaron en 2004, y que finalmente retomaron en 2016.

>Para escuchar este reportaje en versión audio, hacer clic en la foto arriba.

A pocos días de un nuevo round de negociaciones en Bruselas, los defensores del acuerdo insisten en que se debe aprovechar la oportunidad para firmar un nuevo pacto. "En un momento en el que se está produciendo un repliegue del mundo anglosajón a los dos lados del Atlántico, debemos aprovechar esta oportunidad para reforzar el vínculo atlántico entre la UE y Latinoamérica", afirmó el exministro de Relaciones Exteriores español, Josep Piqué, refiriéndose al Brexit y a la llegada al poder de Donald Trump en Estados Unidos.

Entrevistado también en el marco de una conferencia organizada por el Opalc Sciences Po y la CAF, y centrada en las relaciones América latina – Unión Europea, el economista de la OCDE Sebastián Nieto Parra confirma que las negociaciones del acuerdo se discuten en un contexto adverso.

“Lo que estamos viendo en la economía  mundial es un aumento importante de las medidas proteccionistas”, constata Sebastián Nieto.

“Hemos visto que de 2012 hasta hoy, las medidas proteccionistas han aumentado de un número de 200 a 500. Estamos en un contexto global difícil hacia el comercio internacional. Este contexto está afectando a América Latina. Las medidas tomadas por los países del G20 hacia Latinoamérica han sido más proteccionistas que liberalizadoras, de 100 a 200, como medidas de restricción a la inversión, o medidas arancelarias. Pero cuando vemos la UE y América Latina, es un escenario diferente”, detalló el economista en entrevista con RFI, al margen de la conferencia que tuvo lugar en el Instituto de Estudios políticos de Paris Sciences Po.

Según la OCDE, existe un sentimiento creciente de escepticismo hacia los acuerdo comerciales de liberalización entre la población. “Lo vemos con información que analizamos en la OCDE, del comportamiento de los mexicanos por ejemplo hacia el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (entre México, Estados Unidos y Canadá, que Trump ordenó renegociar), donde ese sentimiento de temor es cada vez más importante.”

El reto es “como aprovechar el comercio para generar un crecimiento inclusivo”, concluyó el economista.

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