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Carrusel de las Artes

‘Tiestes’, la tragedia griega que sacude Aviñón

Primera modificación:

Mientras toda Francia exulta tras el triunfo de la selección en el Mundial de futbol Rusia 2018, en Aviñón, una de las tragedias griegas más salvajes retumba en el Palacio de los Papas. Se trata de “Tiestes”, la pieza cumbre del Festival de Teatro de Aviñón 2018.

"Tiestes", puesta en escena de Thomas Jolly en el Festival de Aviñón 2018.
"Tiestes", puesta en escena de Thomas Jolly en el Festival de Aviñón 2018. © Christophe Raynaud de Lage
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Un grupo de niños enmascarados corretea en el patio de honor del Palacio de los Papas. Apertura ligera que da paso a la más aterradora de las tragedias escritas por Séneca. La historia de un crimen terrible anunciado por La Furia y Tántalo, que surge de las profundidades del infierno.

En la versión de “Tiestes” presentada en Festival de Aviñón, Atreo, rey de Argos decide vengarse de su hermano Tiestes, quien le robó a su mujer y un carnero dorado, símbolo del trono. Séneca narra en esta pieza la terrible transformación de Atreo en un monstruo que decide matar a sus sobrinos, descuartizarlos y servir su carne a Tiestes en un banquete, quien termina devorándolos.

Barbarie, violencia, venganza, infanticidio, canibalismo, “Tiestes” es un festín de horror y enorme desafío escénico, que la hace una de las piezas menos representadas de Séneca. Algo que no desmotivó al joven director francés Thomas Jolly quien la presenta en el imponente patio de honor del Palacio de los Papas de Aviñón.

“Tiestes es una obra imposible. Me gustan esos desafíos, las obras monstruosamente difíciles de llevar a las tablas, como Enrique VI o Ricardo III. Tiestes de Séneca me parecía irrealizable: cómo representar el horror más absoluto, que lleva al crimen y la antropofagia. Todo eso me sedujo en esta pieza”, explicó Thomas Jolly ante los micrófonos de RFI.

El director de escena no escatimó en recursos. Sobre la escena una enorme cabeza acostada y una mano amputada, mariposas negras que vuelan desde el escenario, efectos de luces y textos proyectados sobre las paredes de piedra en Aviñón, un cuarteto de cuerdas, un coro de niños y una cantante que transforma en rap el texto de Séneca. Un espectáculo total de dos horas y media de duración para sublimar lo más abyecto de la naturaleza humana.

Luego de sorprender en años anteriores con Enrique VI y una novela sobre la historia del festival de Aviñón, Thomas Jolly, 36 años, regresa a la Ciudad Papal con esta pieza escrita en el siglo I después de Cristo, pero que para el director francés es más actual que nunca.

“La tragedia es algo con lo que tenemos contacto de manera continua. En esta época donde hablamos todos los días de Bachar Al Assad, por ejemplo, que asesina a su propio pueblo y a los niños de su país, o los homicidios que vemos en la prensa, la barbarie. Poner esta tragedia en el corazón de Aviñón es mi manera de decir que tenemos que encontrar la manera de vivir juntos. Sean cuales sean nuestras creencias, no podemos escapar a esta verdad, evidente, que es que todos estamos en el mismo lugar y en el mismo momento, y que debemos encontrar la manera de vivir juntos”, agregó Jolly.

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