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Estados Unidos

¿El fin de la discriminación positiva en las universidades estadounidenses?

La administración del presidente estadounidense Donald Trump avanzó el martes en la eliminación de directrices de la era Obama que alentaban a las escuelas a tomar en cuenta la raza y etnia de sus aspirantes para promover la diversidad.

En 2013, Harvard admitió un 19% de estudiantes de origen asiático, pero si no hubiera aplicado criterios raciales habrían sido un 26%.
En 2013, Harvard admitió un 19% de estudiantes de origen asiático, pero si no hubiera aplicado criterios raciales habrían sido un 26%. Getty Images / Pgiam
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Con Anne Corpet, corresponsal de RFI en Washington, y AFP

El gobierno de Barack Obama consideraba que la diversidad racial constituía un ambiente benéfico para los estudiantes y pedía a los responsables de los establecimientos educativos que tuvieran en cuenta estos criterios en su política de admisión.

Ahora, el gobierno federal preconiza en cambio la utilización de medidas neutras en el plano racial para el acceso de alumnos a las universidades. El ministerio de Justicia se ha anticipado y ha anulado este 3 de julio siete directivas de la administración Obama sobre la diversificación en la Educación.

“No es lo mismo que un cambio de ley”, recalca un responsable del ministerio de Educación. Pero se trata de un giro político y defensores de los derechos cívicos denuncian un nuevo ataque contra un dispositivo puesto en marcha cerca de 60 años atrás con el objetivo de proteger y promover a las comunidades minoritarias.

Esta decisión llega mientras varios recursos ante la justicia, apoyados por sectores conservadores, han sido interpuestos para tratar de poner fin a la política llamada de discriminación positiva.

La Corte Suprema ha apoyado repetidamente -aunque con una visión cada vez más limitada- la práctica de considerar la raza un factor para asegurar que las minorías sean integradas a la élite de instituciones educativas de Estados Unidos.

Pero el cambio en la política de parte del gobierno de Trump y el retiro a fin de mes del magistrado de la Corte Suprema Anthony Kennedy, quien movía el fiel de la balanza en las votaciones -con un reemplazo probablemente mucho más conservador- son una señal de problemas para la acción positiva.

"Cuando dicten normativas, las agencias federales deben cumplir con los principios constitucionales y seguir las reglas fijadas por el Congreso y el presidente", dijo en un comunicado el Fiscal General Jeff Sessions, enumerando las 24 directrices eliminadas, que habían sido implementadas en su mayoría durante la presidencia de Barack Obama.

Esas normas fueron anuladas porque eran "innecesarias, anticuadas, inconsistentes con la ley existente", explicó el Departamento de Justicia en el texto.

"Las directrices no hacen la ley pero clarifican y facilitan la implementación de la ley", reaccionó Faiz Shakir, director de la política nacional en la poderosa asociación de defensa de los derechos cívicos ACLU.

"Este es un nuevo ataque de Sessiones y del presidente Trump contra las personas de color", denunció Shakir.

Estudiantes asiáticos denuncian las consecuencias de la discriminación positiva

Este giro se produce en medio de otra controversia sobre la discriminación positiva en las universidades: la batalla judicial de un grupo de estudiantes estadounidenses-asiáticos contra la prestigiosa Universidad de Harvard, acusada en 2014 de racismo en sus admisiones.

El caso, que pone en relieve el mejor desempeño académico de los estudiantes de origen asiático en Estados Unidos en relación a sus pares y su lucha por acceder a las mejores universidades, se decidirá posiblemente en un juicio en el otoño boreal.

Un grupo integrado por estudiantes de origen asiático "altamente calificados" cuyo acceso al primer año fue rechazado por la universidad demandó a Harvard en 2014 por privilegiar en sus admisiones a negros, latinos y blancos sobre asiáticos "mejor calificados".

El grupo, "Estudiantes por Admisiones Justas" (SFFA), acusa a la universidad de Boston de limitar estrictamente la cantidad de asiáticos que admite cada año y de practicar "un equilibrio racial" en violación de las leyes actuales.

Harvard rechaza las acusaciones, pero la SFFA agregó este viernes a su demanda ante la corte federal de Massachusetts referencias a un estudio interno de 2013 que concluyó que la universidad admitía asiáticos a un ritmo menor que estudiantes blancos, aunque éstos solo obtenían mejores grados en un solo criterio, un test de personalidad subjetivo que evalúa la amabilidad o una "personalidad positiva".

En 2013, Harvard admitió un 19% de estudiantes de origen asiático, pero si no hubiera aplicado criterios raciales habrían sido un 26%. Y si solamente hubiera aplicado criterios académicos, habría admitido un 43%, según la demanda.

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