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Venezuela va a las urnas en medio de una crisis histórica

Con una crisis económica galopante, una oposición vías de extinción y la reprobación de América, Europa y los principales órganos mundiales, el presidente Nicolás Maduro convocó a elecciones presidenciales. 

Los partidarios del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, sostienen pancartas con su imagen mientras asisten a un mitin de campaña en Caracas.
Los partidarios del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, sostienen pancartas con su imagen mientras asisten a un mitin de campaña en Caracas. REUTERS/Carlos Garcia Rawlins
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Si las líneas del guion se mantienen, Nicolás Maduro estaría a punto de consolidarse en el poder de la República de Venezuela para un mandato hasta el 2025. El absolutismo de su poder tomaría cuerpo el primero de enero del 2019 para mantener su proyecto socialista en un país castigado por la hambruna y crisis económica.

Para darle impulso a las elecciones, acompañado de su esposa, Cilia Rodríguez y su entorno más cercano, Nicolás Maduro sufragó en un colegio del oeste de Caracas, antes de las seis de mañana. Allí aprovechó para declarar a la prensa y llamar a los más de 20 millones de votantes habilitados en los comicios.

“Tenemos un voto de libertad. Al mundo le digo respeto. Ahora Venezuela se encamina a un proceso de estabilidad política. Llamó a todos los venezolanos y venezolanas: votos o balas, patria o colonia, paz o violencia. Tu voto decide. Le digo a la comunidad internacional que tienen que reconocernos”, detalló tras votar.

El panorama electoral de los comicios en Venezuela se torna previsible. Acusado de un posible fraude para mantener a Nicolás Maduro en el poder, el régimen se enfrenta en las urnas contra Henri Falcón, ex miembro del chavismo y ex participante de la opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD), Javier Bertucci, de Esperanza por el Cambio y Reinaldo Quijada, partido Unidad Política Popular 89. No se avizoran sorpresas de un varapalo electoral para Maduro y su régimen debido al control de las instituciones electorales.

El único varapalo previsto era la abstención de participantes. En un primer momento, la MUD se abstuvo presentarse al aducir que los comicios no tenían garantías constitucionales ni estándares mínimos de transparencia para respetar el conteo del escrutinio. Sin embargo, Henri Falcón fisuró el acuerdo de la MUD y se presentó.

La realidad previa a los comicios

Pero ¿cómo llega Venezuela a estos comicios después de vivir el azote de una crisis económica donde los sueldos se evaporan por la estratosférica inflación monetaria (de 13.000 % según el Fondo Monetario Internacional) y el rechazo de varios bloques continentales?

En lo político, estas elecciones representan un punto clave, pues tratarán de reimponer a Nicolás Maduro en el poder para continuar la llamada Revolución Bolivariana, pese al aislacionismo cada vez más elocuente de la comunidad internacional. De la herencia de Hugo Chávez, Maduro disolvió la Asamblea Nacional controlada por la MUD para instalar una Constituyente con nuevos diputados al servicio del oficialismo. Removió a la Fiscal General, Luisa Ortega Díaz, y rompió con la Constitución establecida por Chávez.

En lo económico, la materia más polémica del régimen por la carestía de productos básicos, Venezuela sigue siendo un país dependiente del petróleo con unas reservas de 300.000 millones de barriles. Venezuela no ha diversificado su economía. La caída de la producción (de 3 a 1 millón al día de barriles de petróleo) han sido el origen de todos sus males como la hambruna, el desempleo, la hiperinflación de 13.864%. Y todo esto ha generado un éxodo de cuatro millones de venezolanos por todo el mundo.

La devaluación del 95% del patrón Bolívar, diez veces más barato que el dólar, fue recompuesto con la creación de nuevos valores que le permitan reducir los ceros de los billetes. Como cereza del pastel, su petrolera PDVSA cayó en default parcial por pagos atrasados, sin mucho margen de renegociación por sanciones impuestas desde Estados Unidos.

De ese modo, Venezuela vive una de sus crisis más graves de su historia contemporánea con un 87% de pobreza, según las universidades (23% según el gobierno), con una taza de 89 homicidios por cada 100.000 habitantes y una carestía de medicamentos.

Pero, Nicolás Maduro continúa en su aventura política contra viento y marea pese a la presión internacional. En una reciente entrevista exclusiva a Marc Perelman de France 24, el presidente indicó que no teme nuevas sanciones y negó el periplo de un millón de venezolanos por razones humanitarias. Además, rechazó la idea que reinara el caos en el país. “Venezuela tiene un orden, un rumbo, un proyecto de país. Un conjunto de avances y logros, una esperanza en la construcción de una nueva sociedad alternativa al capitalismo neoliberal que se le ha impuesto al mundo entero”.

En tanto, el único candidato opositor de peso en estas elecciones, Henri Falcón, en declaraciones a nuestro corresponsal en Caracas, Julien Gonzales, llamó a  salvar a Venezuela a través de su voto. “Nosotros hemos planteado un gobierno de salvación nacional. Un gobierno de cuotas donde esté toda la sociedad. No el partido”. Dichos que fueron rechazados por la MUD, pues le acusan de dar crédito a las elecciones controladas por el régimen.

Con AFP.

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