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Norteamérica

Renegociación del TLCAN se extenderá hasta el 2018

Las propuestas agresivas de Estados Unidos han forzado a las partes negociadoras a extender el plazo pactado inicialmente para darle nueva forma al Tratado de Libre Comercio que lleva más de 20 años en vigor.

| Chrystia Freeland, ministra de relaciones exteriores de Canadá y Robert Lightizer, representante de comercio de Estados Unidos, durante la tercera ronda de renegociación en Canadá.
| Chrystia Freeland, ministra de relaciones exteriores de Canadá y Robert Lightizer, representante de comercio de Estados Unidos, durante la tercera ronda de renegociación en Canadá. © Cris Wattie / REUTERS
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Por María Camila Hernández, de France24

La cuarta ronda de renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) se cerró este martes en Washington con una noticia: las conversaciones se alargarán hasta el primer trimestre del 2018. Esto implica un cambio de los planes iniciales, que contemplaban publicar un documento consensuado a finales de este año y evitar la época electoral de México en el 2018. Según le dijo Kenneth Frankel, presidente del Consejo Canadiense para las Américas a France24, no hubo avances significativos en los aspectos que impulsaron a Estados Unidos a buscar la renegociación en primera instancia.

Las peticiones de Estados Unidos respecto a la producción de automóviles, la renegociación cada 5 años y la eliminación de la actual herramienta de resolución de conflictos han dificultado las negociaciones para modernizar el tratado, vigente desde 1994. En un comunicado conjunto, los tres países anunciaron que habrá más espacio entre las rondas, con el fin de “explorar modos creativos de salvar las significativas diferencias conceptuales” que se han presentado hasta ahora. La próxima ronda se llevará a cabo del 17 al 21 de noviembre en Ciudad de México.

Donald Trump vs TLCAN

La rueda de prensa ofrecida el martes al finalizar la cuarta ronda, mostró las posturas distantes de Canadá y México, por un lado, y Estados Unidos por otro. La ministra de Asuntos Exteriores de Canadá, Chrystia Freeland, adoptó un tono más fuerte del usual:

“Hemos visto propuestas que nos harían retroceder 23 años en predictabilidad, apertura y colaboración que hemos ganado con el Nafta. En algunos casos, estas propuestas van en contravía con las reglas de la Organización Mundial del Comercio”, afirmó Freeland.

El ministro mexicano de Economía, Ildefonso Guajardo dijo que para que “los esfuerzos de México, Estados Unidos y Canadá sean fructíferos, debemos entender que todos tenemos límites, a pesar de las diferencias debemos estar seguros de que las decisiones que tomemos hoy, no nos atormenten mañana”.

De otra parte, el representante de Comercio de Estados Unidos, Robert Lightizer, volvió a dejar clara la postura del presidente Donald Trump, quien se ha referido en varias ocasiones al déficit que le ha dejado a Estados Unidos el TLCAN, específicamente con México y que, según él, ha provocado la pérdida de miles de empleos. Lightizer afirmó que el acuerdo actual es asimétrico y debe ser rebalanceado.

Según Reuters, las propuestas agresivas de Estados Unidos no solo preocupan a México y Canadá, sino también a sectores industriales de Estados Unidos que ya han adaptado su cadena productiva al TLCAN. Ann Wilson, vicepresidenta de la Asociación de manufactura de motores y equipamiento, se mostró preocupada porque la propuesta que está sobre la mesa en este momento no permitirá a los miembros de su asociación seguir progresando. Dijo que la organización está contactando a legisladores para mostrarles, con datos y análisis, los beneficios del acuerdo.

Si bien es cierto que Estados Unidos tiene un déficit comercial con México, también lo es que no es el más elevado. Según datos del Departamento de Comercio de Estados Unidos, la balanza comercial con China ha pasado de –US$67.440 millones a –US$309.272 millones entre 1999 y 2016.

Aunque las importaciones estadounidenses sí son mayores que las exportaciones realizadas a sus vecinos, Canadá y México son los dos principales destinos de las exportaciones de Estados Unidos, seguidos de lejos por China. Según esto, romper el tratado, como lo ha sugerido varias veces Trump, podría generar un fuerte impacto en el comercio internacional de ese país.

Socios comerciales de EE.UU.
Socios comerciales de EE.UU. US Census Bureau

Los retos de la quinta ronda

“Las significativas diferencias conceptuales” a las que se refirieron los negociadores el martes se resumen en tres propuestas de Estados Unidos: endurecer reglas de origen en la producción de automóviles, eliminar el mecanismo actual de resolución de disputas e incluir una cláusula que obligue a revisar el tratado cada 5 años.

En el primer punto, el propósito de Washington es impulsar la producción local de materiales como el acero. Actualmente, el TLCAN establece que el 62,5% de los componentes de los vehículos que circulan por la zona debe provenir de Norteamérica. La propuesta de Estados Unidos es elevarlo al 85% para la zona y asegurar que el 50% de los componentes sean de ese país.

México es el mayor exportador de vehículos y repuestos a Estados Unidos. Tan solo en el primer semestre del 2017, exportó un total de US$57.725millones en vehículos de pasajeros, camiones, buses, vehículos especiales, repuestos y partes.

Las otras dos controversiales propuestas buscan darle más margen de acción a Estados Unidos en casos de desacuerdo con los dos países. En el caso de la cláusula que permite la revisión cada 5 años, conocida como “sunset clause” podría generar inestabilidad e incertidumbre en el comercio entre los países, por lo que ha sido rechazada incluso por la Cámara de Comercio de Estados Unidos.

A las fuertes propuestas de Lightizer se suman las amenazas constantes de Donald Trump de salirse del acuerdo, al que ha calificado de “desastre”. En teoría, Estados Unidos podría retirarse del TLCAN, dando un preaviso de seis meses a Canadá y México. De acuerdo con Kenneth Frankel, aunque sí es posible el retiro, la decisión enfrentaría una gran presión en el Congreso, en gran parte del Partido Republicano. Lo que realmente busca la estrategia estadounidense, afirma Frankel, "es forzar a Canadá o México a retirarse de la mesa, cosa que no van a hacer".

Durante la visita del primer ministro canadiense Justin Trudeau a Washington, el presidente Trump afirmó que no descarta acuerdos bilaterales con sus vecinos en caso de que la renegociación del TLCAN fracase.

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