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Colombia

Las Farc dejan sus armas en manos de la ONU

El organismo internacional terminó de recibir este lunes más de 7.000 armas pertenecientes a  las Farc. El gobierno y la guerrilla más antigua de Latinoamérica celebran el fin del desarme, un paso crucial en el proceso de paz colombiano.

La guerrilla de las Farc finalizó el proceso de entrega de armas, paso crucial en los acuerdos de paz con el gobierno colombiano.
La guerrilla de las Farc finalizó el proceso de entrega de armas, paso crucial en los acuerdos de paz con el gobierno colombiano. REUTERS/Jose Miguel Gomez/File Photo TPX IMAGES OF THE DAY
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Se trata de un paso histórico, uno más en este largo proceso de paz en Colombia. El desarme de la guerrilla más antigua del continente, tras 53 años de conflicto, se sella allí donde todo comenzó, en Mesetas, el territorio donde la insurgencia ejerció toda su influencia durante décadas.

“El desarme representa el inicio de una nueva Colombia que avanza hacia la paz. Gracias a la misión de la ONU por su apoyo y trabajo”, comentó a través de las redes sociales el presidente Juan Manuel Santos. Algo que ya anunció en su entrevista para RFI el pasado viernes en París.

Claro que se trata de un camino lleno de desafíos. Para Yezid Arteta, ex comandante de las Farc y analista, el primero de ellos es asegurar la integridad física de los ex combatientes. “Ya se han presentado varios casos de asesinatos de algunos guerrilleros que han entregado las armas o han salido de prisión”, comenta Arteta.

A eso agrega: “el gobierno tiene que garantizar que a estos combatientes no les suceda nada, porque ahí es donde hemos tenido realmente la reproducción del conflicto colombiano. Los procesos anteriores han sido sangrientos. Ese es uno de los problemas sobre los cuales gravita el éxito de este acuerdo de paz”.

Adiós a las armas

Esta ha sido una dejación de armas no exenta de problemas. La última etapa del proceso fue alterada por un atentado con bomba en un centro comercial en plena capital, lo que sacó del baúl varios fantasmas.

Pero también se han presentado problemas logísticos, que obligaron a un retraso de casi un mes. “El Estado colombiano no estaba preparado para la asimilación de un contingente guerrillero, que bien podríamos decir que es un sub ejército, porque estamos hablando de por lo menos 7.000 hombres con armas, son contar todo lo que es la base de milicianos y de apoyo de esta organización”, comenta Yezid Arteta.

En las 26 zonas veredales establecidas para el repliegue de los combatientes de las Farc ahora sólo quedan armas destinadas para un grupo de personas que certificarán, hasta el próximo 1 de agosto, la seguridad de dichos veredales. A partir de esa fecha los excombatientes deberán trasladarse a sus nuevos hogares, es decir, a los denominados “Espacios territoriales de capacitación y reincorporación”.

 ¿Qué viene ahora?

Los guerrilleros han debajo las armas en caletas, unas 900 en todo el territorio, que deberán ser verificadas por las Farc y Naciones Unidas. Desde el 1 de junio ambas partes tiene tres meses para extraer y destruir ese material. En septiembre el gobierno debe recibir un informe que determine el avance de ese desmantelamiento y lo que queda por destruir.

Eso en cuanto al cronograma, pero la paz colombiana implica también otros desafíos.  “Hay retos muy importantes como la justicia transicional, hay muchos recovecos, muchas trampas jurídicas que no sabemos en dónde van a desembocar. Pero también la parte gruesa que afectaría principalmente a las zonas donde el conflicto se ha vivido en primera persona, que son las zonas rurales del país. Y estamos hablando del tema de tierras y de sustitución de cultivos ilícitos”, dijo a RFI  el ex comandante de las Farc Yezid Arteta .

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