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Noticias de América

Día de violencia en las marchas a favor y en contra de Maduro

Primera modificación:

Gobierno y oposición midieron fuerza en las calles de Caracas, aunque solo los segundos afrontaron represión, violencia y muerte. La "madre de todas las marchas" a escala nacional de los antichavistas dejó dos asesinatos, decenas de heridos y más de 500 detenidos. Nueva manifestación opositora este jueves.

Enfrentamientos entre policías y manifetsantes en Caracas, el 19 de avril de 2017.
Enfrentamientos entre policías y manifetsantes en Caracas, el 19 de avril de 2017. ©REUTERS/Carlos Garcia Rawlins
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Por Víctor Amaya, desde Caracas

La madre de todas las marchas que convocó la oposición venezolana terminó como se esperaba: con represión, con violencia y sin alcanzar su objetivo de llegar a la Defensoría del Pueblo.

Desde primeras horas de la mañana los antichavistas se concentraron en 26 puntos de Caracas, pero los grupos no pudieron unirse por completo en una sola masa de protesta porque la fuerza pública bloqueó vías, impidió caminatas y hasta cerró más del 60% del metro de caracas.

Aun así, se calcula que la oposición logró concentrar a 2,5 millones de personas -según la encuestadora Meganálisis- para reclamar elecciones y condenar el autogolpe de Estado que aseguran dio Nicolás Maduro cuando el Tribunal Supremo arrebató competencias del Parlamento.

En El Valle, un sector de clase popular del suroeste de Caracas, los opositores rompieron el mito de que el chavismo controlaba las calles. Elsa López explicó por qué marchaba.

“Porque quiero una Venezuela libre. Tengo un hijo de 2 años para quien es muy difícil conseguirle los alimentos. Quiero una casa, un mejor futuro, una mejor Venezuela: por eso estoy aquí”, sostuvo.

Hacia el centro de Caracas se concentró el chavismo convocado por Nicolás Maduro. De todas partes del país llegaron autobuses oficiales con militantes socialistas y empleados públicos para respaldar al presidente. Era el caso de Freddy Márquez.

“Queremos que la revolución continúe y no queremos ninguna clase de sabotaje de parte de las personas que están empeñadas en querer hacerle daño al país”, declaró a RFI.

Pero apenas se iniciaba la caminata opositora se produjo el primer ataque. Un grupo de civiles armados agredió a opositores concentrados en San Bernardino, al norte de la capital, e hirieron de muerte a Carlos José Moreno de 17 años con un disparo a la cabeza.

“Llegaron unos sujetos a bordo de una moto de la cual se bajó el parrillero [la persona que va detrás del conductor] y lanzó varios disparos a la intemperie. Cuando las personas salieron corriendo él no tuvo velocidad para correr y el disparo se lo pegaron en la parte de la cabeza al nivel de la nuca”, explicó su hermano, Melvin Moreno.

Horas más tarde, cayó asesinada en el estado Táchira, en la frontera con Colombia, Paola Ramírez de 23 años, también por arma de fuego. La oposición acusó por los sucesos a los "colectivos armados", como llaman a grupos irregulares afectos al oficialismo. Pero el gobierno afirmó que el asesino de la mujer fue capturado y es antichavista.

Desde el mediodía del miércoles, comenzó la represión y la actuación de equipos antimotines en el marco del Plan Zamora para garantizar el orden público que activó el Presidente Maduro.

En Caracas se produjeron además 20 arrestos de un total de 521 ocurridos en todo el país, según la ONG Foro Penal, que contabilizó 1000 detenciones desde el 1 de abril en protestas.

Entretanto, Nicolás Maduro les hablaba a sus simpatizantes en el centro de la ciudad, y afirmaba que como él seguía siendo el Presidente se había derrotado un golpe de estado.

“En horas de la madrugada se capturó uno de los jefes de esta banda terrorista llamado el Jefferson con armas, explosivos y planes de violencia para el día de hoy [por el miércoles]. ¡Estamos desmantelando el golpe de Estado terrorista!”, aseveró.
La respuesta la dio en la tarde la oposición unificada en voz del líder Henrique Capriles, quien condenó la represión a la protesta.

“Los golpistas están en el gobierno. Si Maduro tiene miedo a que le den un golpe, pues que vea a su lado, a su alrededor. Una gente que pida elecciones es una gran contradicción. Si estamos pidiendo elecciones libres y democráticas que estemos buscando una vía distinta. El mitómano está en Miraflores [sede del gobierno, NDLR]. Torturador, violador de derechos humanos, bandidos y terroristas es lo que son”, retrucó Capriles.

Formalmente ambas movilizaciones terminaron pero las refriegas de algunos opositores con fuerzas policiales continuaron hasta entrada la noche cuando en San Antonio de Los Altos, una ciudad satélite a Caracas, cayó muerto el oficial de la guardia nacional Niumar José Barrios, por un disparo en el rostro.

Al final del día, el secretario general de la Organización de Estados Americanos Luis Almagro señaló al gobierno como responsable por la violencia, y el presidente argentino Mauricio Macri lamentó las muertes y que se haya ignorado pedido regional de garantizar la paz, como también hizo Canadá que exhortó al gobierno a fijar un calendario electoral.

La oposición venezolana por su parte convocó a las calles de nuevo este jueves, aunque a sabiendas que la respuesta puede ser de nuevo represión.
 

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