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Ecuador

El principal desafío de Lenín Moreno ‘será económico’, dice analista del IRIS

La prioridad del sucesor de Rafael Correa, de confirmarse la victoria del candidato oficialista, será mantener las políticas sociales en un marco económico con menos recursos, opina Christophe Ventura, investigador del IRIS (Instituto de Relaciones Internacionales y Estratégicas).

Lenín Moreno.
Lenín Moreno. REUTERS/Mariana Bazo
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Christophe Ventura (CV): Este resultado con un margen muy estrecho era un hecho más o menos esperado, porque el análisis de la primera vuelta demostraba varias cosas. Primero, el hecho de que Alianza PAIS quedó como primera fuerza política del país a pesar del desafío de la elección presidencial. Lenín Moreno tenía un número de votos bastante alto, pero tenía poco margen para conseguir nuevos. Moreno logró movilizar al núcleo del voto correísta y de la revolución ciudadana, entonces se esperaba una segunda vuelta muy complicada y con un margen muy estrecho. Lo que no se sabía es de qué lado iría la victoria.

El análisis de Christophe Ventura, investigador del IRIS (Instituto de Relaciones Internacionales y Estratégicas).
04:27

Análisis de Christophe Ventura, investigador del IRIS (Instituto de Relaciones Internacionales y Estratégicas).

RFI ¿Cuáles son los principales desafíos a los que se enfrentará Lenín Moreno en un Ecuador prácticamente dividido en dos?

CV: Obviamente, el desafío mayor es y será el tema económico. El problema que tiene Ecuador, como todos los países sudamericanos, es la gestión de la crisis económica y social que impactó a la región alrededor del año 2013. El desafío para Lenín Moreno es la continuidad de las políticas en el marco social, sobre todo en educación, salud, la lucha contra la pobreza y las desigualdades, la modernización de las estructuras del país, es decir el compromiso de continuidad de servicios públicos para la gente y, a la vez, continuidad en un contexto en que los recursos del Estado no son tan importantes como en los años anteriores.

RFI: Otro de los desafíos para él sea quizás imponerse como Lenín Moreno y no como un “segundón” de Rafael Correa e intentar imponerse con su personalidad, con su visión…

CV: Sí, ese es el caso para cada nuevo presidente de un país: por un lado tener una autonomía con respecto al gobierno anterior e inscribirse al mismo tiempo en un proceso heredado. Pero pienso que Lenín Moreno precisamente tiene el potencial para hacer este trabajo, porque tiene una legitimidad, una popularidad que no son solamente el producto de la voluntad de Correa. Moreno es un personaje que tiene su propio espacio en el país por su persona, su vida, por todo lo que le ocurrió. Pero es claro que tendrá que imprimir su propio estilo para conducir el destino del gobierno.

RFI: Durante su campaña, Lenín Moreno se presentó como un candidato afable y conciliador para distanciarse del estilo autoritario y severo de Rafael Correa. ¿Cómo encajará esa actitud en los desafíos que se le presentan?

CV: Lenín Moreno construyó la campaña como usted lo describe. Tenemos que ver cómo convertirá esas intenciones en lo concreto. Pero es claro que el estilo de Lenín Moreno en esos aspectos es distinto del de Correa. Pienso que desde el punto de vista de la revolución ciudadana al menos, y como en cada proceso político, se sabe que llegados a cierto punto es necesario renovar las formas para asegurar el fondo. Y pienso que Lenín Moreno corresponde a esta fase del proceso ecuatoriano.

RFI: ¿Qué dice el estrecho margen entre los candidatos respecto del legado de Rafael Correa, que su gestión es menos satisfactoria de lo que parece, sobre todo vista desde el exterior?

CV: En cuanto al balance del gobierno de Correa hay a la vez un poco de cansancio de la población por un gobierno que duró mucho tiempo, hay un cansancio del poder, que es un fenómeno clásico. Y, a la vez, hay una situación que tenemos que tener en cuenta, de que esa victoria de Lenín Moreno, si se confirma, sería la confirmación de que el panorama político en América Latina no es claro. No hay un fin de ciclo para la izquierda y tampoco hay un plebiscito para las derechas. Estamos en un escenario gris, donde derecha e izquierda están compitiendo por el poder con situaciones y escenarios distintos según los países, pero hay un balance de fuerzas que está muy igualado por lo menos entre esas dos corrientes políticas. Después de Argentina y Brasil -que es un caso distinto- la victoria de Lenín Moreno sería la prueba de que a pesar de los problemas de gestión y del cansancio político, esta corriente en América Latina todavía está viva.
 

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