La rebelión reivindica el control de la República Centroafricana

La coalición Seleka asegura que el presidente François Bozizé ‘perdió el control del país’ y anuncia que no será necesaria una ‘batalla de Bangui’. El presidente de la República Centroafricana pide ayuda a Estados Unidos y Francia. El miércoles, la embajada de Francia fue blanco de proyectiles de personas que manifestaban por la ‘pasividad’ de la ex potencia colonial

Vista aérea de Bangui. RFI/Hyppolyte Donossio

La coalición rebelde Seleka avanzaba este jueves sobre la capital de la República Centroafricana sin encontrar mayor resistencia. Después de 15 días de operaciones militares en las que conquistaron varias ciudades, los rebeldes aseguraron el miércoles que el “la batalla de Bangui” no sería necesaria, ya que el gobierno de François Bozizé "perdió el control del país".

Por su parte, Bozizé pidió este jueves ayuda a Estados Unidos y a Francia para detener el avance de los rebeldes, mientras la Fuerza Multinacional de África Central (FOMAC), una fuerza militar regional presente en el país, enviará más efectivos para "asegurar" Bangui, la capital.

"Pedimos a nuestros primos franceses y a los Estados Unidos de América, que son grandes potencias, que nos ayuden a repeler a los rebeldes hasta su base inicial, de forma que pueda haber un diálogo en Libreville para resolver la crisis actual", declaró el presidente Bozizé en un discurso público en Bangui.

París condenó "la continuación de las hostilidades en la República Centroafricana por parte de los movimientos rebeldes" y llamó a solucionar "por el diálogo" la crisis en el país, sin responder al llamamiento de Bangui, que solicitó apoyo militar contra los rebeldes.

El miércoles la embajada de Francia se convertía en blanco de proyectiles de partidarios del gobierno que reprochaban a la ex potencia colonia el haberse mantenido impasible ante la ofensiva rebelde.

"Estamos ante la embajada de Francia porque fue Francia la que nos colonizó. Pero Francia nos ha abandonado", dijo uno de los manifestantes, citado por la agencia AFP. "No necesitamos más a Francia. Que Francia se vaya", añadió.

Ante los ataques a la sede diplomática, el presidente francés François Hollande pidió el miércoles al ministro de Defensa "tomar todas las medidas para garantizar la seguridad" de los 1.200 franceses que viven en el país africano.

Hollande recalcó el jueves que la presencia militar francesa en la República Centroafricana "no está destinada a proteger un régimen", sino a los ciudadanos franceses.

"Si estamos presentes, no es para proteger un régimen, es para proteger a nuestros ciudadanos y nuestros intereses, y de ninguna manera para intervenir en los asuntos internos de un país, en este caso la República Centroafricana", dijo .

Unos 300 soldados franceses se encuentran desplegados en la República Centroafricana.

Poco antes, los manifestantes habían manifestado frente a la embajada de Estados Unidos.

Mientras tanto, los rebeldes no encuentran casi resistencia ante un ejército regular mal organizado y sin motivación. El último cruce de carretera que lleva a Bangui está custodiado por una “fuerza de interposición” del ejército de Chad, histórico aliado de Bozizé.

Por su parte, la ONU y Estados Unidos anunciaron este miércoles la partida de República Centroafricana de todos sus empleados no esenciales.

La República Centroafricana inició en 2007 un proceso de paz para dejar atrás una historia convulsionada marcada por motines militares y rebeliones.

Los insurgentes, que tomaron las armas el 10 de diciembre para reclamar "el respeto" de los acuerdos de paz concluidos entre 2007 y 2011, se apoderaron de las ciudades estratégicas de Bria (ciudad diamantífera del centro), Bambari (ciudad aurífera del centro sur), antes de tomar Kaga Bandoro (centro norte) el martes, y acercarse a Bangui por el norte y por el este.